lunes, 23 de mayo de 2011

ENCONTRÉ MI CAMINO


 
Hoy después de mucho tiempo, me siento bien.
Y eso que ya me queda poco para la mayoría de edad.
El curriculum de mi vida ha sido como una montaña rusa.
No hace mucho, me sentía como una mendiga...  
con esa expresión enigmática de filósofa...
Contemplaba el rojo azul del cielo,  escondida en mi mundo, sufriendo por costumbre. 
Hasta el orgullo lo tenía tierno...
Me sentía como como la última hormiga de una caravana.
Pero aprendí y ahora uso lo aprendido.
Quién hubiera dicho esto de mí... 
Bueno, hay gente que siempre me ha conocido
como realmente he sido. Ha tenido ese privilegio.
Después de todo, hay mujeres q no fui, pero no me importa.
Y sin embargo, quise ser lo que soy ahora.
Si no para la eternidad, por un rato, que ya me vale.
En cambio, hay mujeres que fui, y que ya no puedo ser, ni quiero. 
Para mí es una tristeza pensar en ellas.
Hubo deseos profundos que hice eternos,
hubo fantasías que me prometí y que no he cumplido.
Y otras que cumplí, sin habérmelas planteado tan siquiera.
Hubieron rostros de verdad que alumbraron mi vida, 
otros rostros que no vi más, pero que me dieron mucho.
Hay fantasmas de carne, otros de hueso, y otros de corazón.
Me quedo con los de corazón. 
Porque los otros son los culpables de mis penas.
Hace poco escuché a unos ángeles de éste mundo.
Me ampararon como un árbol  y me dieron frutos.
Esos ángeles están aquí,  rodeándome, enseñándome,
queriéndome,  con sus sabias palabras sin sonido.
A veces miro por sus ojos, toco por sus manos,
y me arrimo a su alegría... esos ángeles alumbran mi camino.
Hoy después de mucho tiempo, me encuentro bien.
Encontré mi camino... y en él estoy.